Los servicios públicos pierden 9600 millones de dólares al año solo por las fugas de agua. Una mejor gestión de la presión y las fugas del sistema puede reducir las fugas en un cinco por ciento y las explosiones de las tuberías en un 10 por ciento, lo que ahorra a los servicios públicos hasta 4.600 millones de dólares al año.
Los propietarios de viviendas de EE. UU. pierden 1,25 billones de galones de agua cada año debido a la falta de detección o reparación de fugas. En una sola casa, las fugas pueden representar un promedio de 10.000 galones desperdiciados cada año, suficiente para llenar una piscina en el jardín.
Nuestra solución
Con un enfoque en las tecnologías de monitorización, gestión de la presión y detección de fugas, ofrecemos soluciones avanzadas e inteligentes para ayudarle a conservar el agua y evitar fugas.
Para su red de distribución de agua, nuestras soluciones integradas de gestión de fugas y productos asociados le permiten supervisar y diagnosticar fugas de forma remota y continua. Los sensores acústicos Permalog+ utilizan ondas sonoras para supervisar las líneas de distribución y localizar las fugas. Los sensores se activan durante la noche, escuchando el sistema de distribución cuando el ruido ambiental es mínimo y, a continuación, notificando las condiciones de la tubería a la empresa de servicios públicos a través de la red de comunicaciones FlexNet®. Con estos datos, puede priorizar y gestionar de forma más eficaz el mantenimiento y optimizar la presión del agua y las fugas en la red.
Los contadores inteligentes funcionan con los módulos SmartPoint® de Sensus para ayudarle a gestionar su sistema de agua. Los conectamos a nuestros medidores para permitir la comunicación bidireccional. Los módulos SmartPoint proporcionan lecturas por hora en contraposición a la lectura mensual del medidor tradicional. Estos volúmenes de lectura le proporcionan más información sobre los patrones de uso de sus clientes. Los módulos SmartPoint también detectan alteraciones, fugas, flujo inverso y otras anomalías.
Una gestión eficaz de las fugas reduce las pérdidas financieras, mejora la satisfacción del cliente, mejora los esfuerzos de conservación del agua y garantiza el cumplimiento de las normativas.