Desde la reciente ola de calor que rompió récords en Australia hasta la devastación que causó el huracán Sandy en los Estados Unidos, los eventos climáticos extremos son cada vez más comunes. Impeller habló con Michael D. Lemonick, coautor de Global Weirdness (Rareza global), para intercambiar opiniones acerca de la manera en que el cambio climático está afectando al clima y el agua del mundo y lo que podemos aprender de la campaña antitabaco. Michael D. Lemonick es, además, redactor científico principal de Climate Central.
¿Por qué Climate Central escribió el libro Global Weirdness? ¿En qué se diferencia de otros libros acerca del cambio climático?
Lo que nos impulsó a escribir este libro, en realidad, fue una columna de Thomas Friedman que apareció en el New York Times, en la que básicamente señalaba que estaba cansado de las discusiones interminables acerca del cambio climático. En su opinión, todos los expertos en cambio climático deberíamos sentarnos y poner por escrito todo lo que sabemos acerca del cambio climático y cómo es que lo sabemos, en términos que hasta un niño pudiera entender. Una editorial leyó esta columna y descubrió a Climate Central; y pensó que seríamos la organización ideal para escribir el libro, debido a que ésta es nuestra verdadera misión: brindar información sin defender a nadie, basándonos exclusivamente en la ciencia.
Entonces, ¿qué es lo raro acerca del clima? ¿Por qué se utiliza la palabra “rareza” en el título?
En la comunidad climática, se ha generado un debate acerca de cómo debe llamarse a este fenómeno. Algunas personas han hablado del “efecto invernadero”, pero en la década de los noventa se optó por utilizar la expresión “calentamiento global”, debido a que el mundo se está calentando. Pero el calentamiento fue solo el primer fenómeno que se produjo como resultado de los gases de efecto invernadero. Los niveles del mar se están elevando; los glaciares se están derritiendo; el número de sequías, olas de calor y lluvias torrenciales es cada vez mayor; la primavera está llegando en forma prematura en muchas partes del mundo. El término “calentamiento global” no refleja toda la gama de fenómenos que ocurren. Debido a que el clima se está volviendo extraño para nosotros, “rareza global” es una expresión que refleja mejor la esencia de todos los extraños fenómenos que están ocurriendo.
¿Cuál es el plazo previsto en lo que respecta al cambio climático? ¿Debemos esperar un cambio drástico del clima o será algo que ocurrirá en el lapso de cien años?
No existe una línea mágica que podamos cruzar para hacer que las cosas cambien de una manera drástica. Lo que la gente ve es que los fenómenos climáticos que solíamos ver en raras ocasiones empezarán a presentarse con mayor frecuencia. Así, por ejemplo, con respecto a la sequía tan severa que afectó a los Estados Unidos el año pasado, no habíamos visto nada parecido desde la década de los cincuenta. Es probable que, a medida que el mundo se caliente, veamos sequías similares antes y con mayor frecuencia, año tras año. Europa tuvo un invierno frío en el 2012 y Estados Unidos experimentó un invierno muy cálido. Ambos casos son poco usuales, pero en la medida que sigamos introduciendo CO2 a la atmósfera, los cambios simplemente seguirán ocurriendo.
¿En qué magnitud puede esperarse que se eleven los océanos? ¿Cuándo? ¿Cuánto se han elevado ya?
Hasta la fecha, desde aproximadamente los años 1900, los océanos se han elevado unos 20 cm en promedio a nivel mundial; sin embargo, lo que haya ocurrido localmente también depende de otros factores. En Escandinavia, el suelo sigue elevándose después del último período glacial que tuvo lugar hace 20.000 años, de manera que el nivel del mar está tratando de igualarse con el suelo que está subiendo de nivel. En otros lugares, el nivel del suelo está bajando, como es el caso de la costa del Golfo de los Estados Unidos, donde se está bombeando tanto petróleo y gases subterráneos que el suelo se está desinflando y hundiendo, de tal manera que el efecto se ve amplificado en ese lugar. Las mejores proyecciones que tenemos hasta la fecha es que veremos un ascenso de nivel de 91 cm adicionales para el año 2100, y, a medida que pase el tiempo, el incremento será incluso mayor.
¿Qué peligro implica el ascenso del nivel del mar?
El peligro tiene que ver con el hecho de que un número muy grande de ciudades densamente pobladas y concentraciones de población se encuentran ubicadas en la costa, donde se ha invertido billones de dólares en la construcción de infraestructura. A medida que se eleve el nivel del mar, a lo que se suman los oleadas de tormentas que fuerzan el agua hacia la orilla, será cada vez más difícil proteger a estas ciudades de las inundaciones y más costoso trasladarlas hacia el interior, debido a que se ha invertido mucho dinero en la orilla. Para los países que no cuentan con una infraestructura enorme, como es el caso de Bangladesh, cientos de millones de personas perderán gran parte de la protección contra inundaciones. Además, a medida que los niveles del mar se eleven, las fuentes de agua dulce pueden resultar contaminadas. En Miami, el mar está llegando al subsuelo e ingresando a las fuentes de agua dulce, de manera que ahora la población tiene que cavar nuevos pozos, más lejos del océano.
¿Cómo están manejando las ciudades los efectos del cambio climático?
Algunas ciudades están abriendo los ojos y tomando este asunto muy en serio. Por ejemplo, existe una organización con sede en Holanda, llamada Delta Alliance, que está conformada por un grupo de ciudades importantes situadas en los deltas de los ríos, las cuales están compartiendo su expertisepara protegerse de las inundaciones. Si el mundo no puede unirse y limitar las emisiones, las ciudades tendrán que retomar el Plan B y adaptarse al cambio climático. No pueden permitirse esperar que las emisiones disminuyan, debido a que los efectos ya están aquí y solo pueden empeorar. Idealmente, tendríamos que limitar las emisiones para no tener que hacer estas cosas, pero ningún alcalde responsable de ninguna ciudad va a sentarse a esperar a ver qué pasa.
¿De qué manera afecta el cambio climático a las fuentes de agua potable?
Sus efectos no son buenos. Ya he hablado acerca de las intrusiones de agua salada en el agua dulce que ocurren en la costa; pero, además, están ocurriendo otros fenómenos. En las zonas en las cuales las sequías se vuelven más intensas, los pobladores tienen que cavar pozos para extraer agua de los acuíferos subterráneos. Esta actividad ejerce presión sobre la fuente de agua, en particular cuando los pobladores extraen el agua más rápido de lo que ésta puede reponerse. Además, el agua que alimenta a los glaciares de montaña disminuirá. Debido a que estos glaciares son el origen de muchos ríos importantes de la India y el sur de Asia, liberarán menos agua dulce a principios del verano, lo cual dará lugar a la escasez de agua, ya más entrada la estación.
¿Qué es lo primero que debe hacerse para detener el cambio climático?
Necesitamos limitar nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Ésta es tanto la causa principal como la solución principal. El libro no efectúa ninguna recomendación acerca de cómo lograrlo. Somos una organización independiente, de manera que no avalamos ninguna acción en particular; por el contrario, tratamos de mantenernos neutrales. El libro señala las ventajas y desventajas de cada una de las soluciones posibles. En definitiva, la capacidad de tomar medidas significativas en relación con el cambio climático está limitada por la buena disposición de las personas.
Cuando en la década de los sesenta finalmente se supo que fumar podía causar cáncer de pulmón, incluso cuando se trataba de un hecho científico, la mayoría de los fumadores se negó a aceptar varias restricciones acerca de dónde y cuándo se permitía fumar. Hoy en día, las cosas han cambiado de una manera drástica; ya no nos sorprendemos por las leyes antitabaco, debido a que la sociedad, en forma colectiva, ha decidido que fumar es una conducta socialmente inaceptable. Si, a través de la educación, podemos hacer que la emisión de carbono sea socialmente inaceptable, de la misma manera que lo es fumar, los gobiernos podrían promulgar leyes que restrinjan las emisiones y las personas dirían que es algo molesto, pero es lo correcto.
Fotografía: Oficina de Meteorología de Australia
La Oficina de Meteorología de Australia ha agregado dos colores nuevos a su mapa meteorológico, para ampliar su rango hasta 54 grados.