Abastecer de agua salubre a una población en crecimiento puede resultar difícil incluso para países relativamente ricos y desarrollados. Para la India, sin embargo, el problema es particularmente agudo porque su número de habitantes asciende a 1.200 millones y tanto los recursos de infraestructuras como los financieros escasean. Impeller ha hablado con el director ejecutivo de Xylem India, H. Bala, quien nos ha explicado por qué el correcto tratamiento de las aguas residuales no solo es urgente por razones de salud pública sino también para el propio crecimiento económico del país.
P. ¿Por qué actualmente el tema del tratamiento de las aguas residuales tiene una importancia crucial para la India?
R. Las cifras aclaran parte de la respuesta. Se calcula que la población de la India tenga un aumento de casi quinientos millones durante los próximos 40 años. Si nos fijamos en los datos relativos a los siguientes veinte años solamente, las previsiones apuntan a que el número de habitantes en las ciudades indias pasará de 377 millones a cerca de 600. La cantidad de agua que se necesita hoy en día para dar servicio a la población es de 740 mil millones de metros cúbicos al año. Se espera que esta cifra haya crecido un 200 por ciento aproximadamente en 2030, lo que supone 1,5 billones de metros cúbicos al año.
No obstante, no debemos olvidar que la India está muy lejos de cubrir sus necesidades actuales de agua. Según los datos ofrecidos por el Órgano central de la India para el control de la contaminación (Central Pollution Control Board), el país tiene una capacidad instalada para tratar tan solo el 30 por ciento del agua residual doméstica que genera y el resto, simplemente, no se trata.
P. ¿Cuáles han sido las consecuencias de esta carencia de infraestructuras?
R. El hecho de que una gran parte del agua residual y el agua potable de la India no se trate adecuadamente genera importantes problemas de salud. Aproximadamente, la quinta parte de las enfermedades contagiosas de la India proceden de agua insalubre.
P. ¿Cómo puede la India dar solución a este problema?
R. Llevo trabajando nueve años en la India en temas de agua y para mí resulta evidente que hay una gran cantidad de acciones que el país puede y debería emprender para gestionar de una forma más inteligente sus recursos hídricos. En primer lugar, deberían construirse las infraestructuras de tratamiento adecuadas. Si en la India se instalase tecnología apropiada para el tratamiento de agua, sería posible ampliar de forma significativa su suministro. Si la calidad del agua mejora, también mejorará la salud pública y aumentará el crecimiento industrial, lo que supondrá, en definitiva, desarrollo económico.
P. En un país con las dimensiones de la India, ¿es realista esperar que todos esos cambios sucedan dentro del marco temporal necesario?
R. El reto es enorme pero no imposible. Para conseguirlo, hace falta voluntad política, además de innovación en políticas y en tecnología. Sin embargo, con la crisis hídrica aflorando por doquier, el país no puede permitirse avanzar lentamente en este sentido.
En la India, la inversión en agua, saneamiento e incluso en sistemas de tratamiento es lenta pero ha aumentado en la última década. Es cierto que los resultados distan mucho de ser ideales, pero son alentadores. Un ejemplo de ello es que en 1980 la cobertura de saneamiento en zonas rurales era del 1 por ciento. En 2008, sin embargo, había crecido hasta el 21 por ciento.
P. ¿La participación del sector privado puede influir en la solución?
R. Absolutamente. De hecho, un estudio reciente calcula que el sector general del agua en la India tendrá un potencial de inversión de 130.000 millones de USD en 2030, y que el mercado total del tratamiento del agua y de las aguas residuales de la India crece anualmente cerca de un 18 por ciento. Las oportunidades que arroja este mercado son enormes y reúnen todos los incentivos para que el sector privado invierta en la India con una perspectiva a largo plazo.
P. ¿Hay en marcha ya algún proyecto del sector privado?
R. Sí. Por ejemplo: en otoño del año pasado, nuestra empresa firmó un contrato con una firma mundial de ingeniería, abastecimiento y construcción para instalar un sistema de tratamiento biológico en una planta de tratamiento de aguas residuales en Jamnagar, en el estado de Guyarat. El agua residual tratada se utilizará nuevamente para fines no potables e industriales, y ofrecerá una alternativa económica para que la región no dependa tanto del agua procedente del río Narmada. Este es el tipo de soluciones específicas para una zona y una aplicación que la India necesitará a medida que vayan creciendo los índices de población durante los próximos años.
P. ¿Qué relación existe entre los temas del agua y el futuro económico general del país?
R. El duodécimo plan quinquenal del Gobierno (2012–2017) establece que el crecimiento económico de entre el 8 y el 9 por ciento solo es posible si se cumplen los requisitos hídricos de la población creciente. Mejorar la calidad del agua tiene como consecuencia la mejora de la salud pública y la ampliación del desarrollo económico.
Si en la India se implementase ampliamente la tecnología adecuada para el tratamiento de aguas, el país podría aumentar de forma significativa su suministro de agua disponible tanto para usos potables como para los no potables. Los beneficios de todo ello los cosecharían nuestra economía, nuestra industria y, lo que es más importante, nuestro pueblo.